El otoño siempre me ha parecido ser la estación del año que guarda un mayor atisbo de melancolía, será por las tonalidades de la época o porque son los mismos frutos de la tierra los que nos invitan a dar largos paseos por el campo, que aunque fríos, resultan más que agradables, yo diría que incluso purificantes. Será por eso por lo que me gusta tanto este tiempo.
Así, hoy os propongo un plato con un ingrediente que no podía ser más otoñal.
Feliz miércoles¡
Necesitamos: ( 2-3 personas )
2 pechugas de pollo enteras ( o pollo en trozos )
Un bol de castañas previamente asadas
½ cebolla
2 zanahorias
Un puñado de tomates cherry
100 ml de nata de cocina
1 vaso de caldo de pollo
Laurel, sal, pimienta y especias al gusto para el pollo.
Una pizca de azúcar
AOVE
1:en una sartén doramos en un hilo de aceite el pollo en trozos y salpimentado, lo sazonamos con las especias que prefiramos y cuando esté casi dorado le retiramos y escurrimos en un papel de cocina. Reservamos.
2:en la misma sartén sofreímos la cebolla, cuando esté casi tierna añadimos la zanahoria picada y los tomatitos, dejamos reducir. ( Pizca de azúcar para quitar el amargo de los tomates ). Añadimos las castañas bien picaditas, el laurel y damos unas vueltas. Vertemos la nata y la mitad del caldo y dejamos reducir.
3:pasamos todo aun bol ( sin las hojas de laurel ) y trituramos con la batidora. De nuevo, colocamos el pollo en la sartén y cubrimos con la salsa, removemos y vertemos el resto del caldo. Dejamos que reduzca un poquito más y que se termine de hacer el pollo. Ajustamos de sal. Listo¡